¿Cómo podemos darnos cuenta de que se urde una maquinación cuando se esconde bajo la semblanza de dispositivos «ultramodernos» que, aparentemente, parecen suponer todo ventajas y comodidades? El primer efecto de la nueva conjura digital es el de haber convencido a las personas que internet y los dispositivos tecnológicos son absolutamente útiles e indispensables.

Pero ¿a quiénes beneficia verdaderamente que Pcs y Smartphone superen al número de los habitantes de la Tierra? ¿A quiénes beneficia una humanidad senti/mentalmente empobrecida y bajo control, atrapada en la red de relaciones falsas y violentas, cada vez más individualista y, al mismo tiempo, incapaz de actuar por sí misma?

Unas páginas que pueden suscitar reflexiones y consciencia sobre los males del abuso tecnológico y proponer una nueva humanización.